miércoles, 27 de marzo de 2013

“Doblemente a ciegas”


Es habitual que cuando nos encontramos para alguna cata siempre la hagamos “a ciegas”. Como ustedes ya saben, esto significa probar con las botellas cubiertas o tapadas para no conocer su etiqueta y no sentirnos influenciados de ninguna manera al momento de la calificación. A pesar de ello, siempre tenemos algún dato mínimo de qué es lo que se estará probando: cepa, segmento de precios, zona u otro. En este caso, quien organizó e invitó a la cata se ocupó de no dar ninguna información; realmente no sabíamos si se trataban de vinos del mercado o si serían muestras, ni siquiera conocíamos el origen. Esta “desinformación” hizo el juego más entretenido aún. Por todo ello, fue un encuentro “doblemente a ciegas”. 


Las etiquetas degustadas fueron seis, y, entre los siete catadores presentes, todos realizábamos actividades relacionadas con el mundo del vino (sommelieres, vendedores y representantes de comercializadoras, etc.). La degustación se desarrolló con una primera pasada, destinando pocos minutos a cada muestra, en la que probamos tratando de reservar las opiniones para no incidir sobre el resto de la mesa. Terminada esa primera tanda, antes de destapar se charló sobre los vinos, se compartieron los podios personales, se obtuvo un promedio y así salió un podio general detallado más abajo.
Lo que describiré a continuación es la síntesis de ese corto y primer muestreo. En líneas generales, pudimos presumir que todos los vinos no eran de precios tan dispares, que quizás podían oscilar entre los $ 150 y los $ 250. Digamos que ninguno sobresalió demasiado ni quedó desmerecido con respecto al resto. Todos se mostraron intensos en color, con buena estructura y con destacada intensidad aromática; más allá de la buena maduración en la fruta, todos ofrecían buen movimiento en el paso por el paladar. Además, a pesar de tener un cierto porte, ninguno resultó “fofo”; quiero decir que en boca todos poseían la acidez necesaria para que sus componentes estuvieran en equilibrio y fueran bien disfrutables al momento de beberlos. Obviamente hubo detalles que distinguían a uno y a otro, pero me animo a decir que –en mi opinión– no había más de cuatro puntos de diferencia entre el más alto y el más bajo, lo cual en ese rango no es poco. No puedo dejar de tener en cuenta que sus precios de góndola tampoco eran exactamente iguales, esto lo podrán corroborar en el listado al final de la nota.
Mi opinión sobre cada uno, a medida que se fueron presentando:
A) Error nuestro no haber hecho boca antes con ningún vino, y creo que este primero sufrió la carga de abrir la cancha. Si bien lo encontré bien frutal y con buena estructura, sus taninos se mostraron algo marcados/secantes. Sobre el final, cuando descubrí de qué etiqueta se trataba, estaba algo lejos del recuerdo que conservaba de ella.

B) Desde el primer segundo fue muy expresivo. Al igual que el anterior, en boca se mostró bien jugoso, con mejor movimiento, y muy gustoso. Sus aromas atraen fácilmente, además está bien redondo. Las notas de la madera presentes, pero muy bien ensambladas.

C) Aunque su nariz es más perezosa, de a poco fue asomando fruta negra, a mi criterio interesante. Lo esperé porque percibía que era cuestión de tiempo, y no me equivoqué. En boca apareció un membrillo que me encanta. Y una personalidad especial que destaqué. En el resto de la mesa creo que no sobresalió, o al menos no lo comentaron.

D) No puedo definir la nariz, sus aromas estaban algo dispersos. En boca me pasó algo similar. Esto no quita que no se pueda beber fácilmente, pero no logré encontrarle algo en especial o destacarlo al menos sobre los dos anteriores.

E) No sobresalió precisamente por su estructura, pero fue el más comentado por la mesa. Alguien pensó que podía tratarse de un vino de Achaval, pero el anfitrión lo negó, ya que no había vinos de esa bodega. Fruta madura, con buena acidez, mineralidad y un dejo salobre que motivaba al comentario, y seguir esperándolo para ver su desarrollo, pero el tiempo era acotado y había que pasar a la siguiente muestra.

F) Sin explotar en aromas, lo encontré con sus componentes muy equilibrados: no sobresalía en intensidad ni en complejidad, tampoco en volumen de boca, pero lo sentí compacto, bien terminado y privilegio mucho su equilibrio. También lo destaqué.

Sobre mi primera impresión, elegí C), B) y F) –que tranquilamente podría compartir su puesto con el E)–, pero había que elegir sólo tres.
El podio que surgió del promedio de la mesa fue E), B) y F).
A continuación, los vinos degustados:
A) Zaha Malbec 2010 ($ 198)
B) Lindaflor Malbec 2008 ($ 260)
C) Climax Malbec 2010(sin etiquetar) / 2009 es la añada actual ($ 290)
D) El Enemigo Malbec 2009 ($ 206)
E) Malbec 2011(muestra de Passionate Wine y sin etiquetar)
F) Sophenia Synthesis Malbec 2010 ($ 195)



Veo la lista de vinos, observo sus precios sugeridos de venta y coincide un poco con lo percibido a ciegas: el A), el D), e inclusive el F), me dejaron la sensación de que estaban un escalón más abajo, pero casualmente también lo están en precio. Particularmente el F), que lo premié a ciegas por su equilibrio, por su estructura y complejidad, también lo imaginé que quizás podría ubicarse más cerca de la base de precios(es decir $200).



Con respecto al E), por ser la muestra de un posible vino nuevo del cual desconozco el precio, por su porte también lo imagino más cerca de los de $ 200, pero tenía una paleta aromática tan interesante que lo destacaba del resto del grupo, y eso fue muy bueno. Siempre entretiene y motiva toparse con vinos que se diferencien de la mayoría.
Excelente cata y, en general, muy buen nivel el de nuestros vinos. Por algo la mayoría de estas etiquetas ya gozan de un reconocimiento en la cava de las vinotecas o en las cartas de los restaurantes. En esta oportunidad, más a ciegas que nunca, volvieron a hacer un buen papel.
Agradezco a Noe y a Martín de Vinoteca Ozono Drinks por la organización y por haberme invitado.




Y gracias también a Hernán  de Achaval Ferrer por el semejante asado con que nos deleitó terminada la degustación

6 comentarios:

  1. Excelente esta experiencia! Hace rato que busco el Zaha para probarlo, he visto algunos buenos comentarios de este Malbec.
    Salute

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  2. FERNANDO:
    Que interesante experiencia !!
    Uno se "limpia de prejuicios" cuando cata a ciegas, y de paso se "da un baño de humildad" (como solía decirme un viejo profesor de enología).
    No he probado aún la añada 2010, pero el Climax 2008 que probé me pareció excelente !! Hubo un 2007 anterior ??
    Un abrazo. ROBERTO

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    Respuestas
    1. Roberto, el Climax actual en el mercado es 2009. Fue error mio poner 2007. aunque nosotros probamos 2010 s/etiquetar.

      saludos

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  3. ¡Qué linda cata! El Sophenia me encanta. Me pasó también que el Zaha puesto junto a otros vinos no impacta tanto.

    Saludos!

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  4. Muchachos, muchas gracias por los comentarios.

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  5. Qué buena cata! Tomé el ZaHa el viernes pasado y lo encontré bárbaro. De los otros algunos no conozco o no probé estas añadas, como el caso del Climax o el Synthesis. Saludos!

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